Desayuno increíble, atención personalizada.

Ubicació molt bona, just al costat del centre. Habitacions acollidores amb vistes increïbles. El personal, encantador i sempre a punt per ajudar. El esmorzar, boníssim i variat, tot un plaer! Un lloc ideal per gaudir de la màgia de Gjirokaster.

La carretera estrecha puede ser un reto, pero las vistas desde la terraza son impresionantes

Check-in rápido, vistas magníficas, ruido exterior.

Un desayuno que sorprende

Despertar con vistas increíbles y un desayuno servido que deleitó a mi familia. El personal fue gentil y ayudó en todo momento, brindando calidez en cada interacción.

El acceso al hotel fue complicado por las estrechas calles empedradas. A veces, el ruido de la calle prolongándose por la noche dificultó un descanso total.

La decoración de la habitación y el techo artesonado son realmente impresionantes, brindando un encanto histórico que mejora la experiencia.

El acceso al hotel es complicado debido a las calles empedradas y estrechas, lo que puede ser un desafío para algunos conductores.

Ambiente histórico del edificio, vistas al castillo de Gjirokaster, espacios al aire libre acogedores para relajarse

Las calles estrechas y empedradas son un verdadero dolor de cabeza para llegar al lugar!!! ¡No hay ascensor y esto complica el transporte de equipaje!!! ¡La falta de atención en la recepción dejó una mala impresión!!!

este hotel tiene un encanto, aunque el acceso por calles empedradas es terrible y, por si fuera poco, el ruido de la música de los bares no me dejó dormir hasta tarde. además, esperaba un gesto de cortesía por las molestias, pero ni eso. casi escribo una buena reseña, pero simplemente no pude.

Las vistas desde la terraza eran tan impresionantes que parecía tener un cuadro en vivo del castillo. La habitación, más cómoda que un sillón reclinable en el salón de mi abuela, era un refugio después de recorrer la ciudad. El acceso a WiFi gratuito fue como encontrar un oasis en el desierto de señal de movil.

Acceso complicado

me encantó el hotel, la ubicación es brutal y el edificio es muy bonito, con una decoración tradicional super acogedora. las vistas desde la terraza son increíbles, ideal para desayunar y relajarse. el personal fue muy amable y atento, siempre listos para ayudar. la habitación era espaciosa y bien decorada, con muebles de calidad y un techo impresionante. el desayuno con productos locales fue todo un highlight de la estancia.

el acceso al hotel es complicado por las calles estrechas y empedradas, y el ruido de los bares a la noche puede molestar para dormir.

Experiencia encantadora en un hotel histórico

La decoración del hotel es deslumbrante, llena de elementos tradicionales. Disfruté del desayuno con productos locales, especialmente los huevos y las mermeladas caseras. Recomiendo pedir una habitación con vistas a la ciudad. Preparen bien su ruta, las calles estrechas pueden ser complicadas.

Un lugar con una decoración impresionante, llena de elementos autóctonos y un ambiente acogedor. La habitación era espaciosa, muy limpia, con dos ventanas y un sofá antiguo, además de un techo artesonado que realmente destaca. Además, la ducha tenía suficiente espacio y todo funcionaba bien, con agua caliente a raudales.

El acceso es un verdadero desafío, con calles empedradas y estrechas que pueden asustar a cualquier conductor, especialmente a quienes viajan en furgoneta. La música de los restaurantes cercanos puede resultar molesta, al menos un sábado por la noche, lo que dificultó el descanso total. vi que no hay ascensor, lo que resultó incómodo para subir el equipaje por la hermosa escalera de madera.

La ubicación es perfecta para explorar el casco antiguo, pero llegar en coche puede ser un verdadero reto debido a las calles empedradas y estrechas. La habitación tenía un encanto clásico con un techo impresionante y una cama muy cómoda. El desayuno fue un verdadero punto alto, con panes frescos y exquisitas mermeladas que lo hacían especial, aunque no hay ascensor para facilitar el acceso a las habitaciones.

El hotel kalemi 2 tiene una ubicación increíble, justo en el corazón de lugares históricos. Las habitaciones son acogedoras, con un hermoso techo de madera que añade un toque especial. Además, el desayuno es abundante y muy sabroso, ¡realmente uno de los mejores que he disfrutado últimamente! El personal también es super amable y atento.

100% recomendable